Los higos no son frutas: el asombroso secreto que esconden
Así es la compleja biología de la higuera y su singular proceso de reproducción
Alicia Romero | 14/02/2025
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Si crees que los higos son simplemente una fruta más, te sorprenderá saber que técnicamente no son frutas en absoluto. Este curioso dato revela la compleja biología de la higuera y su singular proceso de reproducción.
A diferencia de otros árboles frutales que desarrollan flores visibles y llamativas, la higuera sigue un camino diferente. En lugar de exponer sus flores al exterior, las oculta dentro de un capullo cerrado y rojizo, que es lo que conocemos como higo.
Estas estructuras contienen múltiples pequeños frutos llamados "aquenios", que en conjunto forman el higo tal como lo conocemos. Cuando comemos un higo, en realidad estamos consumiendo una agrupación de diminutos frutos en su interior, lo que explica su textura ligeramente crujiente.
LA POLINIZACIÓN: UNA ALIANZA ÚNICA CON LAS AVISPAS
Lo más sorprendente de los higos es su mecanismo de polinización, completamente diferente al de otras frutas. En lugar de depender del viento o de las abejas, las higueras mantienen una relación simbiótica con una especie de avispa conocida como "avispa del higo".
Este insecto desempeña un papel crucial: transporta el polen de una higuera a otra, permitiendo su reproducción. A cambio, la avispa deposita sus larvas dentro del higo, estableciendo una relación de mutualismo, donde ambas especies se benefician.
LOS HIGOS MODERNOS Y SU INDEPENDENCIA DE LAS AVISPAS
Aunque históricamente la polinización de los higos dependía exclusivamente de estas avispas, en la actualidad la mayoría de las variedades comerciales han sido desarrolladas para ser partenogenéticas, lo que significa que pueden dar fruto sin necesidad de polinizadores.
Este avance ha reducido considerablemente la dependencia de las avispas en la producción de higos destinados al consumo humano, facilitando su cultivo a gran escala.
UN FRUTO QUE ESCONDE UN MUNDO FASCINANTE
Más allá de su sabor dulce y su textura única, los higos son un ejemplo fascinante de la complejidad de la naturaleza. No solo no son frutas en el sentido convencional, sino que dependen de una alianza con un insecto para su reproducción.
Este descubrimiento nos recuerda la extraordinaria diversidad biológica de nuestro planeta y las sorprendentes estrategias que las especies han desarrollado para sobrevivir y prosperar.