Fin del juicio a Rubiales: 9 jornadas, una veintena de testigos y dos versiones opuestas
La Fiscalía pide dos años y medio de cárcel para el expresidente de la Federación Española de Fútbol
Redacción | 14/02/2025
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La Audiencia Nacional ha dejado este viernes visto para sentencia el juicio contra el expresidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, por el beso que dio a la jugadora Jenni Hermoso tras la final del Mundial de 2023, el cual ella denunció que no fue consentido.
El caso, que ha ocupado nueve jornadas de juicio, se centra en una acusación de agresión sexual y coacciones, por la que Rubiales se enfrenta a una petición de dos años y medio de prisión. Además, también están acusados tres exdirectivos de la Federación: Jorge Vilda, Albert Luque y Rubén Rivera, señalados por presionar a la futbolista y a su entorno para que manifestara públicamente que sí había consentido el beso.
DOS VERSIONES CONTRAPUESTAS
Durante el juicio, el magistrado José Manuel Fernández-Prieto escuchó a una veintena de testigos, incluida la propia Jenni Hermoso, quien declaró que ni consintió ni hubiese consentido el beso, incluso si su "jefe" se lo hubiera preguntado directamente.
Por su parte, la defensa de Rubiales intentó demostrar que pidió permiso a la jugadora antes de besarla y que ella accedió, versión que intentó reforzar con una pericial en lectura de labios, la cual fue cuestionada por las acusaciones. Según su versión, el beso se produjo en un momento de ternura, ya que vio a Hermoso "apesadumbrada" por haber fallado un penalti en la final del 20 de agosto de 2023.
Sin embargo, la jugadora fue tajante en su testimonio: "Sabía que me estaba besando mi jefe y esto no ocurre ni debe ocurrir en ningún ámbito laboral o social". Describió lo ocurrido como milésimas de segundo en las que no tuvo capacidad de reaccionar y se sintió violentada y poco respetada.
PRESIONES Y COACCIONES A HERMOSO
La acusación sostiene que, tras la final, Rubiales activó una maquinaria de presión dentro de la Federación para obligar a Hermoso a decir públicamente que el beso había sido consentido. En este contexto, se señala la participación de Jorge Vilda, Albert Luque y Rubén Rivera, quienes presuntamente acosaron a la futbolista y su entorno para minimizar el escándalo.
Varios testigos, entre ellos Alexia Putellas, familiares de Hermoso y cargos federativos, respaldaron la versión de la jugadora. En contraste, personas cercanas a Rubiales ofrecieron un relato más favorable al expresidente, hasta el punto de que uno llegó a calificar a Hermoso como "manipulable".
EL DEBATE SOBRE LA VÍCTIMA Y LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA
La Fiscalía, representada por Marta Durántez, fue contundente al rechazar que en 2025 todavía se cuestione la actitud de una víctima tras una agresión sexual. "¿Hasta cuándo vamos a estar exigiendo a la víctima un comportamiento heroico?", preguntó la fiscal, en referencia a la insistencia en analizar las reacciones de Hermoso tras el beso.
Además, dejó claro que, independientemente del fallo judicial, la jugadora será recordada no por la victoria en el Mundial, sino por ser 'la del beso'.
Por su parte, la defensa de Rubiales, encabezada por Olga Tubau, insistió en la presunción de inocencia y trató de generar dudas sobre el caso, argumentando que lo ocurrido podría ser moralmente reprochable, pero no penalmente condenable.
UN JUEZ EN EL CENTRO DE LA ATENCIÓN
Uno de los protagonistas inesperados del juicio ha sido el magistrado José Manuel Fernández-Prieto, quien ha llamado la atención por sus interrupciones constantes, especialmente hacia la Fiscalía, sus advertencias ante respuestas con "chulería" de algunos testigos y sus repetidos "continuemos", reflejando su frustración ante el desarrollo del proceso.
Finalmente, este viernes, el magistrado dio por concluido el juicio y dejó la causa visto para sentencia. Ahora, deberá decidir si lo ocurrido tras la final del Mundial y en los días posteriores constituye un delito de agresión sexual y coacciones o si, como sostiene la defensa de Rubiales, todo se ha sobredimensionado.