¿Sabías que los higos no son frutas?
Alicia Romero | 05/02/2025
Si crees que los higos son frutas convencionales, estás equivocado. Sorprendentemente, los higos no son exactamente lo que parecen. De hecho, técnicamente no son frutas, sino más bien flores invertidas.
A diferencia de otros árboles frutales que florecen con las típicas flores, las higueras son completamente diferentes. En lugar de flores visibles, los higos esconden sus flores dentro de un capullo oscuro con tonos rojizos, que es lo que conocemos como higos. Estas flores invertidas son, en realidad, múltiples pequeñas estructuras llamadas "aquenios" que se agrupan para formar lo que consideramos un higo.
Cada higo contiene varias de estas unidades de aquenios, que son responsables de la característica textura crujiente de los higos. Cuando disfrutamos de un higo, en realidad estamos consumiendo una gran cantidad de frutos pequeños contenidos dentro de él.
Pero la sorpresa no termina ahí. Lo más asombroso es el proceso de polinización único que las flores de higuera requieren para reproducirse. A diferencia de otras frutas que dependen del viento o las abejas para la polinización, las higueras tienen una relación simbiótica con una especie de avispa conocida como "avispa del higo". Estas avispas transportan su material genético y permiten que las higueras se reproduzcan. Sin embargo, el trato no es unilateral, ya que las avispas depositan sus larvas dentro de los higos, creando una relación de mutualismo.
Hasta hace poco, la presencia de avispas era esencial para la producción de higos. Sin embargo, la mayoría de las variedades de higos destinadas al consumo humano en la actualidad son partenogenéticas, lo que significa que pueden dar fruto sin necesidad de un polinizador. Este avance ha llevado a que la dependencia de las avispas en la producción comercial de higos haya disminuido significativamente.
En resumen, la aparentemente simple higuera oculta un mundo biológico fascinante y único. Los higos no son solo frutas, sino una maravillosa maraña de flores invertidas que dependen de una relación especial con las avispas para su reproducción. Este descubrimiento arroja luz sobre la complejidad de la naturaleza y la asombrosa diversidad de la vida en nuestro planeta.
