Un senador de EEUU propone prohibir la masturbación como solución a la baja natalidad

El senador demócrata por Mississippi, Bradford Blackmon, ha presentado una controvertida propuesta legislativa que busca prohibir la masturbación masculina y otras actividades sexuales que no tengan como objetivo la reproducción, con el objetivo de abordar la disminución de la natalidad en Estados Unidos.

La iniciativa, denominada "La anticoncepción comienza con la erección", establece que "una persona no debe descargar material genético sin la intención de fecundar un embrión".

Según el proyecto, las sanciones por incumplimiento serían progresivas: una multa de 1.000 dólares por la primera infracción, 5.000 dólares por la segunda y 10.000 dólares por las siguientes. Se contemplan excepciones para la donación de esperma en centros autorizados y el uso de anticonceptivos destinados a prevenir la fertilización.

Aunque es improbable que la propuesta avance en una legislatura estatal dominada por republicanos, ha generado un intenso debate público. Blackmon, de 36 años, ha señalado que su intención es resaltar el papel de los hombres en las discusiones sobre salud reproductiva: "Cuando se presenta un proyecto de ley que regula lo que un hombre puede hacer con su propio cuerpo en su propia casa, de repente la gente se muestra indignada", ha afirmado. "Estoy tratando de entender cuándo no es aceptable que el gobierno dicte lo que haces en la privacidad de tu hogar; aparentemente, es cuando las leyes regulan a los hombres".

Desde la anulación del caso Roe contra Wade en 2022, varios estados liderados por republicanos han impulsado restricciones al aborto y al acceso a anticonceptivos. Actualmente, Mississippi prohíbe el aborto excepto cuando la vida de la madre esté en riesgo, o en casos de violación o incesto denunciados a las autoridades.

La propuesta de Blackmon ha suscitado reacciones diversas. Algunos la ven como una crítica a las restricciones que enfrentan las mujeres en materia de salud reproductiva, mientras que otros la consideran una medida extrema o una pérdida de recursos. El debate continúa, poniendo de relieve las tensiones en torno a la regulación gubernamental de la sexualidad y la equidad de género.