El Govern constata que la cueva del Pas de Vallgornera no presenta contaminación por aguas fecales
Por encima de este espacio protegido se encuentra una urbanización que no dispone de alcantarillado
Redacción | 23/01/2025
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A petición de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural, mediante la Dirección General de Medio Natural y Gestión Forestal y con el objetivo de comprobar el estado de la cueva del Pas de Vallgornera, agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) y agentes del SEPRONA de la Guardia Civil han llevado a cabo la recogida de muestras de agua de este espacio protegido para su análisis fisicoquímica y biológica.
En este sentido, las últimas analíticas, así como las realizadas en anteriores años, han revelado que la cueva no presenta síntomas de contaminación por aguas fecales, ya que los valores de enterococos son bajos y los de la bacteria Escherichia coli, muy bajos. Además, los resultados negativos de amonio y fosfatos tampoco indican una posible contaminación por aguas fecales.
El informe, que ha sido elaborado por el Laboratorio del Agua de la Dirección General de Recursos Hídricos del Govern, indica que las trazas detectadas se consideran contaminación de origen animal, ya sea de organismos presentes en la cueva o de lixiviados de la superficie terrestre, pero en ningún caso de aguas fecales.
Cabe destacar que este laboratorio está acreditado por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), lo que garantiza que cumple con los estándares de calidad y competencia técnica establecidos en el ámbito nacional e internacional.
Estos análisis se realizan de forma periódica para monitorizar el estado de las aguas de las cuevas catalogadas como Zona de Especial Conservación (ZEC). Vallgornera, situada en el municipio de Llucmajor, tiene esta figura de protección ambiental europea, con el objetivo de proteger hábitats de interés comunitario (cuevas no explotadas por el turismo y cuevas marinas sumergidas o semisumergidas). Además, acoge a organismos incluidos en el Anexo II de la Directiva 92/43/CEE del COnsell, de 21 de mayo de 1992, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres.
La Dirección General de Medio Natural y Gestión Forestal recalca que una de las principales amenazas que sufre la cueva es la posible contaminación por filtraciones de aguas fecales, ya que por encima de este espacio protegido se encuentra una urbanización que no dispone de alcantarillado.
Para mitigar estas amenazas, desde junio de 2018, todos los proyectos presentados que puedan afectar a la cueva del Pas de Vallgornera deben someterse al procedimiento ambiental que establece la normativa. Esta medida busca garantizar que cualquier actividad que pueda impactar negativamente el sistema de cuevas o sus inmediaciones sea correctamente evaluada.
En este sentido, desde la Dirección General de Medio Natural y Gestión Forestal no se ha informado favorablemente de ninguno de los 84 informes solicitados para nuevas licencias urbanísticas, ya que no se dispone de alcantarillado y esto podría provocar un foco de contaminación en la cueva.
La vigilancia constante y las restricciones de accesibilidad a la cueva, por parte del Govern, son claves para evitar la posible afección a causa de actividades humanas que podrían comprometer la óptima conservación de estos hábitats tan singulares.
PATRIMONIO GEOLÓGICO Y BIOLÓGICO DE GRAN VALOR
La cueva de Pas de Vallgornera, de origen kárstico, cuenta con más de 74 km de galerías y cavidades exploradas.
Fue descubierta en 1968 y representa un patrimonio geológico y biológico de valor incalculable. Es un ejemplo excepcional de la complejidad del sistema hidrogeológico de la zona, con formaciones calizas únicas que incluyen estalactitas, estalagmitas y otras estructuras geológicas que se formaron durante milenios.
Este sistema subterráneo también está habitado de diversas especies endémicas que no se encuentran en otros lugares del mundo, haciéndola una fuente de gran interés para los científicos y biólogos.
Forma parte de las 30 cuevas catalogadas como Zona de Especial Conservación (ZEC). Por tanto, las medidas de protección son fundamentales para garantizar la preservación de este ecosistema único, que incluye especies sensibles como los insectos cavernícolas, arácnidos y otros organismos que dependen de la oscuridad y la humedad constante.