Un estudio relaciona la resistencia a la insulina con el riesgo de desarrollar alzhéimer
El hallazgo abre nuevas vías para la detección precoz y el tratamiento de la enfermedad neurodegenerativa
Redacción | 15/01/2025
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Un equipo de investigación liderado por la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona ha identificado moléculas en la sangre que vinculan la resistencia a la insulina con un mayor riesgo de desarrollar alzhéimer.
"Hemos abierto una nueva vía en la investigación para la prevención y el tratamiento de esta enfermedad y su relación con enfermedades metabólicas como la obesidad", destacó Mónica Bulló, investigadora del departamento de Bioquímica y Biotecnología de la URV.
SEGUIMIENTO A PACIENTES CON DETERIORO COGNITIVO LEVE
Para realizar el estudio, el grupo de Nutrición y Salud Metabólica (NuMeH) analizó datos de 400 individuos con deterioro cognitivo leve, a quienes realizaron un seguimiento durante cuatro años.
Durante este periodo, el deterioro de 142 personas progresó a demencia tipo alzhéimer. Los investigadores examinaron más de 600 metabolitos plasmáticos extraídos de muestras de sangre y detectaron 18 metabolitos relacionados con la resistencia a la insulina.
BIOMARCADORES PARA LA DETECCIÓN TEMPRANA DEL ALZHÉIMER
"El hallazgo de biomarcadores coincidentes en ambas patologías facilita la identificación precoz del alzhéimer en personas con resistencia a la insulina, ya que la disfunción metabólica aparece antes que los síntomas cognitivos", explicó Bulló.
El estudio no solo mejora las herramientas para predecir el alzhéimer, sino que también perfecciona los métodos de análisis de metabolitos en sangre, una alternativa menos invasiva que el análisis de líquido cefalorraquídeo, que requiere una punción lumbar.
IMPLICACIONES PARA LA PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO
Comprender el papel de estas moléculas en las fases iniciales de la enfermedad podría ayudar a diseñar estrategias preventivas y terapéuticas que ralenticen el avance del alzhéimer y mejoren la calidad de vida de los pacientes.
Además, estos avances podrían mejorar los tratamientos en patologías metabólicas con metabolitos comunes, como la diabetes tipo 2 o la obesidad, concluye el estudio.