Los comportamientos inéditos de un agujero negro supermasivo intrigan a los astrónomos
El supermasivo 1ES 1927+654 desafía las teorías actuales sobre su dinámica
Redacción | 13/01/2025
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Desde 2011, los astrónomos han seguido de cerca al agujero negro supermasivo 1ES 1927+654, ubicado en una galaxia lejana a 100 millones de años luz de la Tierra. Todo parecía normal hasta que, en 2018, su corona (la nube de gas y polvo que rodea al agujero negro) desapareció repentinamente para luego reaparecer meses después, un comportamiento sin precedentes.
DESTELLOS DE RAYOS X CADA VEZ MÁS FRECUENTES
Recientemente, el observatorio espacial de rayos X XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha detectado que este agujero negro emite destellos de rayos X con una frecuencia cada vez mayor. Inicialmente, los destellos ocurrían cada 18 minutos, pero ahora se producen cada siete minutos, un fenómeno nunca antes observado en un agujero negro.
Este comportamiento inusual desafía la idea de que la materia cae de forma continua en los agujeros negros y sugiere la posible presencia de una fuente de ondas gravitacionales.
¿UNA ENANA BLANCA ORBITANDO EL AGUJERO NEGRO?
Los científicos barajan varias hipótesis, pero la más plausible es la existencia de una enana blanca giratoria (el núcleo compacto de una estrella muerta) que orbita muy cerca del horizonte de sucesos del agujero negro, el límite donde nada puede escapar a su intensa gravedad.
De ser así, este objeto estaría realizando un asombroso acto de equilibrio, aproximándose peligrosamente al agujero negro sin ser absorbido. "Este sería el objeto más cercano que conocemos orbitando un agujero negro", afirma Megan Masterson, estudiante de física del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y coautora del estudio.
Este descubrimiento sugiere que las enanas blancas pueden mantenerse cerca de un agujero negro durante periodos prolongados sin ser engullidas.
CAMBIOS DRÁSTICOS EN EL DISCO DE ACRECIÓN
Los agujeros negros capturan cualquier materia o energía que cruza su horizonte de sucesos. Durante el proceso de acreción, la materia forma un disco alrededor del agujero negro, calentándose y emitiendo principalmente luz ultravioleta (UV). Esta radiación UV interactúa con la corona generando rayos X, que son captados por el XMM-Newton.
En julio de 2022, se observaron oscilaciones en la emisión de rayos X, con variaciones de intensidad del 10 % cada 400 a 1.000 segundos, lo que alertó a los científicos de que algo anómalo estaba ocurriendo.
Las investigaciones indican que podría tratarse de un objeto masivo, como una estrella, incrustado en el disco de acreción, orbitando rápidamente hacia su destino final. Los cálculos sugieren que este objeto es probablemente una enana blanca de aproximadamente 0,1 veces la masa del Sol, que completaba una órbita cada 18 minutos a una distancia de 100 millones de kilómetros.
En marzo de 2024, nuevas observaciones mostraron que el objeto había acelerado, viajando a la mitad de la velocidad de la luz y completando su órbita cada siete minutos, resistiéndose a ser absorbido por el agujero negro.
LISA: LA CLAVE PARA RESOLVER EL ENIGMA
Para resolver este misterio cósmico, la ESA lanzará en la década de 2030 la Antena Espacial de Interferómetro Láser (LISA), diseñada para detectar ondas gravitacionales en el rango de frecuencias que emite 1ES 1927+654.
LISA podría confirmar si realmente se trata de una enana blanca o de algún otro objeto desconocido orbitando el agujero negro, aportando respuestas definitivas sobre este comportamiento extraordinario.