La anexión de Groenlandia "no es una buena idea" y "no se va a producir", asegura el jefe de la diplomacia de EEUU

Antony Blinken, jefe de la diplomacia estadounidense, aseguró este miércoles en París que la anexión de Groenlandia a Estados Unidos "no es una buena idea" y "no se va a producir". Estas declaraciones llegan en medio de la controversia generada por las afirmaciones del presidente electo, Donald Trump, quien no descartó el uso de la fuerza para incorporar a Estados Unidos este territorio danés.

POSICIÓN DE BLINKEN SOBRE LA ANEXIÓN

En una conferencia de prensa conjunta con el ministro francés de Exteriores, Jean-Noël Barrot, Blinken se esforzó por minimizar el escenario planteado por Trump. "No merece la pena dedicar tiempo a esa cuestión porque eso no va a ocurrir", respondió cuando se le insistió sobre la posibilidad de una anexión.

El secretario de Estado subrayó la importancia de las alianzas internacionales, afirmando que "obtenemos mejores resultados cuando colaboramos con nuestros aliados". También destacó que, bajo la administración de Joe Biden, Estados Unidos ha consolidado sus relaciones diplomáticas, asegurando: "Ahora estamos en mejor situación que cuando entré en funciones".

LA RESPUESTA DE FRANCIA Y LA UNIÓN EUROPEA

El ministro francés de Exteriores, Jean-Noël Barrot, respaldó las declaraciones de Blinken y descartó que Estados Unidos vaya a invadir Groenlandia. Sin embargo, señaló que comentarios como los de Trump son un reflejo de una nueva era dominada por "la ley del más fuerte".

Barrot subrayó que, aunque la Unión Europea ya ha reforzado su posición en el panorama global, debe avanzar mucho más para consolidar su relevancia: "Tiene que ir mucho más lejos y despertar".

Con respecto a las relaciones entre Washington y París, Barrot se mostró optimista, recordando la amistad histórica entre ambos países: "Hemos sobrevivido a 59 elecciones estadounidenses. Sobreviviremos a la número 60", comentó con un toque de ironía.

TRUMP Y SU VISIÓN SOBRE GROENLANDIA

Las declaraciones de Trump, realizadas en una comparecencia el martes, generaron críticas internacionales al no descartar explícitamente el uso de la fuerza para anexar Groenlandia. Este territorio autónomo, perteneciente a Dinamarca, ha sido objeto de interés por su ubicación estratégica en el Ártico y sus recursos naturales.

Aunque la propuesta de anexión ya había surgido en la administración previa de Trump, las recientes afirmaciones reavivan el debate sobre el enfoque del nuevo gobierno hacia sus aliados y territorios estratégicos.

DIPLOMACIA EN UNA NUEVA ERA

El contexto de estas declaraciones pone de manifiesto la tensión entre las prioridades diplomáticas de Blinken y el enfoque más agresivo de Trump. Mientras Blinken aboga por la cooperación con los aliados, la postura de Trump plantea desafíos para las relaciones internacionales.

La transición de poder en Estados Unidos, con la entrada en funciones del nuevo presidente el próximo 20 de enero, será clave para definir el futuro de las relaciones entre Washington y sus socios globales.