Muere una turista española al ser atacada por un elefante en Tailandia
La mujer se encontraba bañando al animal, una actividad muy popular en el país
EFE | 03/01/2025
Una turista española falleció este viernes tras ser atacada por un elefante mientras participaba en una actividad de baño con paquidermos en el centro Koh Yao Elephant Care, ubicado en la isla de Yao Yai, en el suroeste de Tailandia.
EL INCIDENTE: UN ATAQUE FATAL DURANTE EL BAÑO
Según el oficial de policía Charan Bangprasert, de la comisaría de Yao Yai, el ataque ocurrió cuando la turista, cuya edad no ha sido revelada, se encontraba bañando al elefante. Testigos del centro indicaron que la mujer pasó por delante del animal y este le clavó un colmillo, causándole heridas graves que derivaron en su muerte.
Estas actividades, como lavar o bañarse con elefantes, son populares entre los turistas en Tailandia, donde los paquidermos también participan en espectáculos y otras experiencias recreativas.
LOS RIESGOS DE LOS ENCUENTROS CON ELEFANTES
Aunque la mayoría de los incidentes con elefantes ocurren con ejemplares salvajes, este caso resalta los riesgos que también pueden presentarse en entornos controlados. Según el Departamento de Parques Nacionales de Tailandia, en los últimos 12 años, los ataques de elefantes salvajes han causado 240 muertes, incluidas 39 víctimas mortales solo en 2024.
La creciente interacción entre humanos y elefantes, tanto en la naturaleza como en actividades turísticas, se debe en parte a la pérdida de hábitat natural de estos animales.
LA SITUACIÓN DE LOS ELEFANTES EN TAILANDIA
En Tailandia viven actualmente más de 4.000 elefantes salvajes en parques nacionales y reservas naturales, según el Departamento de Parques Nacionales. Aunque esta cifra representa un aumento, está muy por debajo de los 300.000 ejemplares que habitaban el país hace más de un siglo.
Además, hay una población similar de elefantes domésticos, muchos de los cuales son utilizados en espectáculos turísticos. Esta situación se remonta a 1989, cuando se prohibió la tala de bosques y miles de elefantes empleados en la industria maderera fueron desplazados hacia centros recreativos o exhibidos en las calles para pedir limosna, una práctica que ya no es común en el país.
