El aviso de los farmacéuticos sobre tomar Omeprazol en Navidad

Durante las fiestas navideñas, caracterizadas por comidas abundantes y celebraciones, muchas personas recurren al omeprazol pensando que protegerá su estómago frente a los excesos.

Sin embargo, la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP) ha advertido sobre el uso incorrecto de este fármaco, que en realidad no actúa como un "protector" gástrico y, si se utiliza de manera inadecuada, puede poner en riesgo la salud.

El omeprazol, junto con otros medicamentos de su misma familia como el esomeprazol, pantoprazol, lansoprazol y rabeprazol, es un inhibidor de la bomba de protones (IBP). Todos estos fármacos tienen el mismo mecanismo de acción, indicaciones y posibles efectos secundarios.

Los IBP están diseñados para tratar problemas específicos, como el reflujo gastroesofágico, las úlceras gástricas o la prevención de complicaciones en tratamientos concretos. Actúan reduciendo la acidez del estómago, lo que alivia síntomas como el ardor o la inflamación. Sin embargo, su uso generalizado en la población ha generado la idea errónea de que son protectores gástricos que pueden utilizarse para prevenir los efectos de comidas copiosas, consumo de alcohol o la toma de múltiples medicamentos. Esta creencia es completamente equivocada.

¿PROTEGE EL OMEPRAZOL DEL ALCOHOL Y LOS EXCESOS?

Los IBP, incluido el omeprazol, no forman una barrera protectora en el estómago. 

Por otro lado, el omeprazol no actúa como un antiácido de efecto inmediato. Su acción comienza a notarse entre 4 y 6 horas después de tomarlo y solo alcanza su máxima eficacia tras varios días de tratamiento continuo. Por lo tanto, no es útil para aliviar molestias puntuales.

La SEFAP ha lanzado campañas para informar sobre los riesgos asociados al uso incorrecto de los IBP. Tomar omeprazol sin una indicación médica no solo resulta ineficaz, sino que también puede ocasionar efectos adversos tanto a corto como a largo plazo.

Entre los efectos secundarios a corto plazo se encuentran dolores de cabeza, molestias abdominales, estreñimiento, diarrea, gases y náuseas. A largo plazo, el uso prolongado y sin supervisión puede modificar la acidez natural del estómago, aumentando el riesgo de infecciones digestivas y dificultando la absorción de nutrientes esenciales como el calcio, el magnesio y la vitamina B12. Esto puede traducirse en problemas como mayor riesgo de fracturas óseas, alteraciones musculares o cardíacas y problemas de memoria.

ALTERNATIVAS AL OMEPRAZOL

Para quienes usaban omeprazol de forma incorrecta pensando que protegía el estómago, existen medidas más adecuadas para prevenir molestias gástricas. Es fundamental moderar las cantidades de comida, evitar alimentos grasos, fritos o picantes, y limitar el consumo de alcohol. También es importante comer despacio, masticar bien y adoptar hábitos saludables para reducir el malestar.

En caso de molestias ocasionales, pueden emplearse antiácidos como sales de frutas, bicarbonato o medicamentos con almagato. No obstante, se recomienda consultar siempre a un profesional sanitario antes de recurrir a cualquier fármaco, especialmente si la persona está en tratamiento con otros medicamentos, para evitar interacciones.

“El omeprazol debe reservarse para las indicaciones médicas concretas para las que está aprobado y usarse siempre bajo prescripción médica”, concluyen desde la SEFAP, enfatizando la importancia de un uso responsable y evitando la banalización de este medicamento.