'Salvado por la campana': el recurso que utilizaban hace siglos para evitar casos como el de la mujer 'revivida' en Palma

Este curioso sistema, conocido como “ataúd de seguridad” o “campanas de entierro”, surgió para mitigar el miedo a ser enterrado vivo

Alicia Romero | 07/12/2024

El caso de la mujer 'revivida' en el tanatorio de Palma este viernes, al ser dada por muerta por error -según adelantó en exclusiva Crónica Balear- ha levantado entre las discusiones y charlas al respecto el muy viejo temor a ser enterrado vivo. Durante los siglos XVIII y XIX, esta misma preocupación llevó a la instalación de campanas conectadas a cadenas en algunas tumbas. Este curioso sistema, conocido como “ataúd de seguridad” o “campanas de entierro”, surgió para mitigar el miedo a ser enterrado vivo, una situación que, aunque poco frecuente, tenía un impacto psicológico importante en la época. Y de hecho, de este método surgió una expresión que aún perdura hoy en día: "Salvado por la campana".

EL MIEDO AL ENTIERRO PREMATURO

En los siglos anteriores al desarrollo de métodos médicos más precisos, determinar con exactitud la muerte de una persona no siempre era sencillo. Casos documentados de entierros prematuros, sumados a relatos de exhumaciones donde se encontraban señales de intentos de escape dentro de los ataúdes, alimentaron el temor colectivo.

La posibilidad de ser enterrado vivo se convirtió en una preocupación real para muchas personas, especialmente durante epidemias como las de cólera, donde la rapidez en los entierros era crucial para evitar contagios. Este miedo llevó a la creación de medidas destinadas a garantizar que una persona enterrada no estuviera en realidad viva.

CÓMO FUNCIONABAN LAS CAMPANAS DE ENTIERRO

El sistema consistía en una cadena que conectaba el interior del ataúd con una pequeña campana colocada en la superficie. Si el supuesto difunto despertaba dentro de la tumba, podía tirar de la cadena y hacer sonar la campana, alertando a los cuidadores del cementerio.

En algunos casos, además de la campana, se instalaban tubos de ventilación para permitir la respiración en caso de que el individuo estuviera vivo. También se asignaban vigilantes, conocidos como “guardianes de la tumba”, cuya función era escuchar cualquier sonido que proviniera de las campanas.

¿QUÉ TAN COMÚN FUE ESTA PRÁCTICA?

Aunque la imagen de campanas en tumbas ha capturado la imaginación popular, su uso fue más limitado de lo que podría parecer. Estas medidas eran más comunes entre familias acomodadas que podían permitirse implementar estos sistemas. Además, con el avance de la medicina y la adopción de nuevos métodos para confirmar la muerte, como la prueba del pulso o el uso de espejos para detectar la respiración, la necesidad de estos dispositivos disminuyó gradualmente.

IMPACTO CULTURAL Y SIMBOLISMO

La idea de campanas en tumbas se ha convertido en un símbolo cultural que evoca los miedos de épocas pasadas y refleja las limitaciones médicas de aquellos tiempos. Hoy en día, las campanas de entierro son más un recordatorio histórico que una práctica vigente. Lo que sí que ha perdurado ha sido la expresión "Salvado por la campana", que se refería a aquellos que habían logrado salvarse in extremis de la muerte, al tocar el instrumento cuando despertaban enterrados. 

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Comentarios

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  • Cat - 07 de Diciembre de 2024 a las 18:50
    Así es! Gracias por recordarlo!
    Ahora para todo ponemos el grito en el cielo!
    Responder
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