¿Cómo saber si tengo que tomar vitaminas?

Cada vez son más las personas que optan por ingerir suplementos como un 'plus de salud', pero han de tenerse en cuenta ciertos aspectos

Alicia Romero | 01/12/2024

Parece que se ha puesto de moda tomar suplementos y vitaminas. En plena era del bienestar, cada vez son más los 'influencers' que revelan los suplementos que toman cada mañana, algo que parece casi vital si uno quiere enfocarse en mantener un estilo de vida saludable.

Cabe recordar, en este sentido, que las vitaminas son nutrientes esenciales que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente. Aunque la mayoría de las personas obtienen las vitaminas necesarias a través de una dieta equilibrada, en ciertos casos, se puede presentar la necesidad de tomar suplementos vitamínicos. Además, algunas personas optan por reforzar ciertos aspectos y beneficios que ofrece cada una de las vitaminas a nuestro cuerpo, como un plus de salud.

Sin embargo, la decisión de suplementar las vitaminas no debe tomarse a la ligera. Lo principal, a la hora de tomar la decisión de suplementarse con vitaminas extras es realizarse un chequeo médico -basta con una visita al médico de cabecera y un análisis de sangre- para comprobar qué necesita exactamente nuestro cuerpo. Y en caso de duda, como siempre y para evitar sustos mayores, consultar cualquier duda a nuestro médico.

FACTORES A TENER EN CUENTA

VITAMINA D

La falta de vitamina D puede causar fatiga, dolores musculares o incluso afectar al estado anímico, llegando a causar depresión. La principal fuente de vitamina D es la exposición al sol. Si vives en un lugar con poca luz solar, especialmente en invierno, o si pasas la mayor parte del tiempo en interiores, es probable que no estés produciendo suficiente vitamina D. 

Las personas con piel más oscura (más melanina) tienen una menor capacidad para producir vitamina D con la exposición al sol. Por lo tanto, las personas con piel negra o marrón pueden necesitar más tiempo al sol o un suplemento para alcanzar los niveles adecuados de vitamina D.

La vitamina D es liposoluble, lo que significa que se almacena en la grasa corporal. En personas con sobrepeso u obesidad, la vitamina D puede quedar "atrapada" en el tejido graso y no estar disponible para el cuerpo, lo que puede causar deficiencia.

Las fuentes alimentarias naturales de vitamina D son limitadas y provienen principalmente de productos animales, como pescados grasos, hígado, yema de huevo y lácteos fortificados. Si sigues una dieta vegana o vegetariana sin alimentos fortificados o suplementos, es más probable que tengas una deficiencia de vitamina D, ya que las fuentes vegetales no contienen vitamina D activa.

VITAMINA B12

Otro factor importante a considerar es la calidad de tu dieta. Si tu alimentación es pobre en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, es más probable que no estés obteniendo suficientes vitaminas. Si sigues dietas restrictivas, como las dietas veganas o vegetarianas, es muy probable que necesites tomar suplementos de vitamina B12, ya que -la que nuestro cuerpo absorbe de mejor forma- se encuentra principalmente en productos de origen animal.

La falta de vitamina B12 se asocia con fatiga, pérdida de memoria y problemas neurológicos. 

Recomendaciones generales de ingesta de vitamina B12 (según las autoridades de salud, como el Instituto de Medicina de EE.UU. y la EFSA):
  • Adultos (mayores de 18 años): Aproximadamente 2.4 microgramos al día.
  • Embarazo: Aproximadamente 2.6 microgramos al día.
  • Lactancia: Aproximadamente 2.8 microgramos al día.

VITAMINA A (RETINOL)

La vitamina A es fundamental para es un nutriente importante para la visión, el crecimiento, la división celular, la reproducción y la inmunidad. También afecta muchísimo en la salud de la piel y la regeneración celular. Su deficiencia puede provocar piel seca, áspera, o irritada, además de problemas de visión y crecimiento.

Dietas restrictivas pueden causar una falta de esta vitamina, que se encuentra en especial en alimentos como el hígado (de res o pollo), pescado graso (salmón, atún), lácteos, yema de huevo. La vitamina A es liposoluble, lo que significa que se necesita una cantidad adecuada de grasa para ser absorbida. Las personas con trastornos digestivos que afectan la absorción de grasas, como la enfermedad celíaca, la fibrosis quística, o la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) tienen mayor riesgo de deficiencia.

VITAMINA B6

La vitamina B6 (también conocida como piridoxina) es esencial para muchas funciones del cuerpo, como el metabolismo de las proteínas, la producción de neurotransmisores y el mantenimiento de un sistema nervioso saludable. Ayuda al cuerpo a convertir los alimentos en energía y también juega un papel clave en la formación de glóbulos rojos. Además, la vitamina B6 es importante para el funcionamiento adecuado del cerebro, ya que ayuda a producir sustancias químicas como la serotonina y la dopamina, que regulan el estado de ánimo, el sueño y el apetito.

Cuando hay deficiencia de vitamina B6, pueden aparecer varios síntomas. Los más comunes incluyen irritabilidad, depresión, y fatiga, debido a su papel en la producción de neurotransmisores. También pueden presentarse problemas en la piel, como dermatitis, y síntomas neurológicos como adormecimiento o hormigueo en manos y pies (neuropatía). En casos graves, la deficiencia de B6 puede afectar la memoria y causar confusión mental. Las personas con una dieta deficiente en B6 o con problemas de absorción de nutrientes, como aquellas que sufren de enfermedades digestivas, tienen más riesgo de sufrir deficiencia.

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