Trump y el canal de Panamá: una nueva arremetida en el tablero geopolítico
El canal de Panamá, construido y administrado por Estados Unidos hasta 1999, sigue siendo una arteria clave para el comercio mundial
EFE | 24/12/2024
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La reciente postura de Donald Trump sobre el canal de Panamá ha desatado polémica, al considerarla una estrategia para alinear a Latinoamérica con los intereses de Estados Unidos. En el contexto de una posible guerra comercial con China, Trump ha calificado de "estafa" las tarifas del canal y ha señalado una supuesta injerencia china en la vía interoceánica. Incluso, amenazó con exigir que se "devuelva" el canal si Panamá no actúa conforme a las demandas de Washington.
LA HISTORIA DEL CANAL Y LAS RELACIONES CON EE.UU.
El canal de Panamá, construido y administrado por Estados Unidos hasta 1999, sigue siendo una arteria clave para el comercio mundial. Su traspaso a Panamá se logró gracias a los Tratados Torrijos-Carter de 1977. Hoy, Estados Unidos continúa siendo su principal usuario.
Las declaraciones de Trump llegan en un momento simbólico: pocos días después del 35 aniversario de la invasión estadounidense a Panamá, el 20 de diciembre de 1989, y cerca del 25 aniversario de la transferencia del canal. En ese evento histórico murieron entre 500 y 4.000 personas, según diversas fuentes.
UNA VISIÓN PRAGMÁTICA SEGÚN ANALISTAS
Para el economista panameño Eddie Tapiero, las amenazas de Trump no deben interpretarse desde una perspectiva de política tradicional. "Trump está tratando de negociar a su manera", afirmó. Según Tapiero, Panamá debe responder pragmáticamente y buscar alianzas internacionales para manejar la situación.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, ha sido enfático al asegurar que el canal es y seguirá siendo panameño, sin control directo ni indirecto de China, Estados Unidos o cualquier otra potencia.
CHINA, UNA PRESENCIA QUE INQUIETA
El papel de China en la región es otro foco de tensión. Los puertos panameños de Balboa y Cristóbal son operados por la empresa Hutchison Wampoa, con sede en Hong Kong. Sin embargo, Tapiero subraya que la Autoridad del Canal de Panamá opera de manera independiente y sin vínculos financieros con la compañía.
"El gabinete de Trump está compuesto por halcones anti-China", añadió Tapiero, advirtiendo que países en desarrollo como Panamá no deben quedar atrapados en las disputas entre las grandes potencias.
PEAJES Y SU IMPACTO EN LA POLÍTICA INDUSTRIAL
Trump ha tachado de "exorbitantes" los peajes del canal. Mulino respondió que las tarifas no son arbitrarias, sino que se establecen en audiencias abiertas con los clientes, tomando en cuenta las condiciones del mercado y el costo de modernización de la vía.
Para Tapiero, Trump podría estar utilizando este tema como una herramienta de negociación para abaratar costos y favorecer la política industrial de Estados Unidos. Sin embargo, el economista Carlos Araúz considera que hay poco margen de maniobra, ya que las tarifas son determinadas por una junta de gobernadores en la que participa un representante estadounidense, junto con las principales navieras.
Araúz también advierte que las políticas proteccionistas de Trump podrían aumentar la inflación en Estados Unidos, encareciendo el costo de vida para sus ciudadanos.
CRISIS MIGRATORIA: OTRO FRENTE DE PRESIÓN
La migración irregular hacia Estados Unidos es otro eje de conflicto. Durante su primer mandato, Trump intentó que Panamá acogiera a los migrantes mientras tramitaban su ingreso legal a EE.UU., una iniciativa que ahora busca reactivar.
Según Tapiero, la migración irregular podría ser un punto clave de negociación entre ambos países. Sin embargo, Araúz advierte que cualquier solución unilateral está condenada al fracaso.
Por su parte, Mulino ha expresado su deseo de mantener una relación respetuosa con el nuevo gobierno estadounidense, priorizando temas de seguridad, como el narcotráfico, el terrorismo y el crimen organizado.
La postura de Trump hacia el canal de Panamá evidencia su enfoque proteccionista y sus intereses geopolíticos en la región. Mientras Panamá reafirma su soberanía, las amenazas y demandas de Washington perfilan un escenario de negociaciones complejas, donde convergen intereses comerciales, migratorios y de seguridad.