Rubio concluye una gira de "impacto" en Latinoamérica, con el foco en migración y el Canal

"Creo que ha sido una visita de tanto impacto que hubo un terremoto, el primer terremoto que yo he tenido en mi vida"

EFE | 07/02/2025

El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, finalizó este jueves su primera gira internacional con un viaje de "impacto" por Centroamérica y República Dominicana, marcando un cambio de rumbo en la política exterior estadounidense. En su recorrido, abordó asuntos clave como la migración irregular, el Canal de Panamá y la supuesta influencia china en la región.

UN VIAJE MARCADO POR UN TERREMOTO Y UN GESTO INÉDITO

"Creo que ha sido una visita de tanto impacto que hubo un terremoto, el primer terremoto que yo he tenido en mi vida", bromeó Rubio en Guatemala, su cuarta parada tras visitar Panamá, El Salvador, Costa Rica y República Dominicana.

El secretario de Estado relató que estaba despierto de madrugada cuando sintió el movimiento telúrico y, aunque pensó que se trataba de un mareo, descubrió al día siguiente que había experimentado un sismo de 5,6 grados, según el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS).

Además, Rubio sorprendió al utilizar el español en sus intervenciones ante la prensa, idioma que usó para dirigirse a los medios antes de repetir sus declaraciones en inglés, en un gesto inédito para un secretario de Estado de origen hispano.

Este simbolismo se reforzó con su elección de destino: por primera vez en 100 años, un secretario de Estado estadounidense escogió Latinoamérica como su primer viaje internacional.

PANAMÁ Y LA TENSIÓN POR EL CANAL

La gira arrancó con el plato fuerte: Panamá. La relación con el país había estado marcada por la tensión derivada de la amenaza del presidente Donald Trump, reiterada en su discurso de investidura, de "recuperar" el Canal de Panamá ante la creciente presencia china y los supuestos peajes injustos impuestos a los barcos estadounidenses.

Los analistas esperaban que la visita sirviera para calmar la disputa sobre el Canal, controlado por EE.UU. hasta el 31 de diciembre de 1999, cuando pasó a manos panameñas según los Tratados Torrijos-Carter de 1977.

El inicio del viaje fue esperanzador, con una reunión entre Rubio y el presidente José Raúl Mulino, en la que el mandatario panameño se comprometió a no renovar el acuerdo comercial con China sobre la Nueva Ruta de la Seda. Además, el secretario de Estado visitó el Canal, donde las autoridades anunciaron su disposición a trabajar con la Marina de EE.UU. para "optimizar la prioridad en el tránsito de sus buques".

Sin embargo, la aparente cordialidad se rompió el miércoles, cuando EE.UU. aseguró que Panamá había aceptado no cobrar a sus barcos por el paso por el Canal, lo que les ahorraría millones de dólares al año. La autoridad panameña desmintió la información.

Mulino reaccionó con dureza: "Me sorprende muchísimo el comunicado del Departamento de Estado de ayer, porque están haciendo comunicados importantes en función de una falsedad, y eso es intolerable, simple y sencillamente intolerable", declaró el jueves.

Está previsto que Mulino y Trump mantengan una conversación telefónica el viernes, una llamada que no fue confirmada hasta hoy y que podría servir para encontrar un punto en común sobre el Canal.

MIGRACIÓN: UN ASUNTO DE CONSENSO

Mientras el Canal de Panamá se convertía en motivo de disputa, Rubio encontró consenso en otro tema prioritario: la migración irregular.

En Panamá, el secretario de Estado supervisó el proceso de deportación de migrantes colombianos en un vuelo financiado por EE.UU., como parte de un acuerdo firmado el 1 de julio. Desde agosto, este acuerdo ha permitido realizar 42 vuelos chárter con destino a 14 países, deportando a más de 1.700 personas.

La mayoría de estos migrantes se dirigían a Norteamérica, tras cruzar la peligrosa selva del Darién, la frontera natural con Colombia. Desde la llegada de Mulino al poder, el flujo migratorio por esta vía ha descendido drásticamente.

"Así que, hasta cierto punto, nuestra frontera no empieza en Texas y México, empieza mucho antes", afirmó Rubio.

En El Salvador, Rubio encontró un gran aliado en Nayib Bukele, con quien compartió momentos familiares e incluso una visita a su residencia privada con vistas al lago Coatepeque.

Bukele aceptó recibir en su megacárcel a migrantes indocumentados detenidos por crímenes graves en EE.UU., e incluso abrió la puerta a albergar presos estadounidenses, en un acuerdo que calificó como "sin precedentes".

"Ningún país ha hecho jamás una oferta de amistad como esta", declaró Rubio.

SEGURIDAD Y DISTANCIAMIENTO DE CHINA

En Costa Rica, Rubio se reunió con el presidente Rodrigo Chaves, con quien reafirmó la cooperación bilateral en temas de ciberseguridad, migración y narcotráfico.

El secretario de Estado elogió a Costa Rica como un "ejemplo y modelo" de estabilidad en la región, donde muchos estadounidenses han decidido establecerse debido a su seguridad.

Además, felicitó al gobierno costarricense por su firmeza al evitar que empresas chinas participen en el desarrollo de las redes 5G, permitiendo solo a "proveedores de confianza" en una tecnología considerada "crítica" para el desarrollo.

En Guatemala, el presidente Bernardo Arévalo de León anunció que el país volverá a recibir migrantes deportados de otras nacionalidades desde EE.UU., aumentando en un 40 % los vuelos de deportación.

En República Dominicana, Rubio cerró su gira con un encuentro con el presidente Luis Abinader, donde abordaron la crisis en Haití.

El secretario de Estado subrayó que el "primer objetivo es pacificar y acabar con las pandillas", que actualmente controlan el 85 % de la capital haitiana.

"EE.UU. seguirá apoyando el futuro de Haití para que puedan haber industrias en ese país, para que haya estabilidad económica, eso es fundamental para su futuro", afirmó Rubio. También reiteró el apoyo económico y logístico a la Misión Multinacional de Apoyo a la Paz en Haití (MMS).

MENSAJE A LOS GOBIERNOS DE CUBA, VENEZUELA Y NICARAGUA

Durante su gira, Rubio no dejó pasar la oportunidad de enviar un mensaje contundente a los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

"Esos tres regímenes que existen: Nicaragua, Venezuela y Cuba, son enemigos de la humanidad y han creado una crisis migratoria. Si no fuera por esos tres regímenes, no hubiera una crisis migratoria en el hemisferio", sentenció el secretario de Estado.

Con este viaje, Marco Rubio ha dejado clara la nueva dirección de la política exterior de EE.UU. bajo la administración de Donald Trump, con un enfoque renovado en Latinoamérica, donde la migración, la seguridad y la contención de China se han convertido en prioridades estratégicas.

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