El papa Francisco mejora, pero "no está fuera de peligro"

“El papa no está fuera de peligro”, afirmó este viernes el doctor Sergio Alfieri, responsable de Cirugía del hospital Gemelli de Roma y médico de confianza del pontífice. No obstante, aseguró que su vida no corre riesgo y que “está mucho mejor de cómo llegó”.

Junto a Alfieri, el médico de la Dirección de la Sanidad del Vaticano, Luigi Carbone, compareció ante la prensa para actualizar sobre la salud del papa Francisco. Destacaron que el pontífice, de 88 años, sufre una infección polimicrobiológica, a la que se sumó una neumonía bilateral, lo que, combinado con su edad y movilidad reducida, lo convierte en “un paciente frágil”.

UNA HOSPITALIZACIÓN QUE SE PROLONGARÁ

Los médicos adelantaron que Francisco permanecerá al menos una semana más en el hospital para asegurar su recuperación antes de regresar a su residencia en Santa Marta, aunque la duración exacta de su ingreso es incierta.

Según Carbone, es difícil establecer un plazo, ya que la infección debe ser completamente superada. Explicaron que el papa padece bronquiectasia y bronquitis asmática crónica, pero no presenta otras patologías y su corazón está en buen estado. A pesar de la gravedad de su cuadro clínico, responde bien al tratamiento.

BUEN HUMOR Y APETITO, AUNQUE SIN VISITAS

A pesar de su situación, el papa mantiene su buen ánimo. Los médicos relataron anécdotas que reflejan su carácter: cuando Alfieri se inclinó para hablarle de cerca, Francisco bromeó preguntándole si quería confesarse. Además, sigue comiendo con apetito y, aunque necesita oxígeno ocasionalmente, no requiere respiración asistida.

Sin embargo, debido a su estado de salud, no puede recibir visitas y debe limitar sus esfuerzos. Se levanta y se sienta en su sillón para trabajar, pero su actividad es restringida para facilitar su recuperación.

EL MAYOR RIESGO: UNA POSIBLE SEPSIS

El principal peligro, según Alfieri, es que alguna de las bacterias o gérmenes en su organismo pueda pasar a la sangre y provocar una sepsis, lo que complicaría gravemente su recuperación. Sin embargo, destacaron que actualmente no hay signos de esta complicación y que incluso se han reducido algunos fármacos respecto a su ingreso.

El pontífice fue hospitalizado el pasado viernes por problemas respiratorios que resultaron ser una bronquitis por infección polimicrobiológica, agravada posteriormente por una neumonía bilateral.

Los médicos explicaron que Francisco comenzó a tratarse en casa, pero su condición empeoró, ya que, a diferencia de otros ancianos de su edad, su labor al frente de la Iglesia requiere un esfuerzo constante que afectó su recuperación.