El autoritario Lukashenko es reelegido por otros cinco años pese a dura condena occidental

Lukashenko dejó claro que no le importa que Estados Unidos y Europa no reconozcan los resultados

EFE | 27/01/2025

EFE

El líder autoritario bielorruso, Alexandr Lukashenko, ganó con un aplastante 86,82 % de los votos, según los resultados oficiales preliminares anunciados por Ígor Karpenko, presidente de la Comisión Electoral Central (CEC). "Pueden felicitar a la República de Bielorrusia, hemos elegido presidente", declaró Karpenko en una rueda de prensa celebrada en Minsk. Con este resultado, Lukashenko se mantendrá en el poder hasta 2030, al igual que su aliado, Vladímir Putin, quien también fue reelegido en 2024 con cifras similares.

DENUNCIAS DE FRAUDE Y REPRESIÓN OPOSITORA

La oposición en el exilio, liderada por Svetlana Tijanóvskaya, rechazó los resultados. Tijanóvskaya afirmó en Varsovia: “Todos los intentos de legitimar el régimen de Lukashenko han fracasado”. Según la líder opositora, los comicios fueron condenados incluso antes de celebrarse por diversos países y organizaciones internacionales. Las protestas están prácticamente imposibilitadas en Bielorrusia, donde la mayoría de los opositores están encarcelados o han sido forzados al exilio. Además, cientos de miles de exiliados no pudieron votar debido a la negativa de Minsk de habilitar colegios electorales en el extranjero.

VOTO CONTRA TODOS: UNA FORMA DE PROTESTA

Para expresar su rechazo, la oposición pidió marcar la casilla del Voto contra Todos, que obtuvo un 3,60 % de los sufragios, convirtiéndose en la segunda opción más votada, superando con creces a los otros cuatro candidatos, definidos por la oposición como "marionetas del KGB".

LOS CANDIDATOS DEL KGB: RESULTADOS INSIGNIFICANTES

Los cuatro candidatos respaldados por el régimen no lograron superar el 4 % de los votos. El comunista Serguéi Sirankov obtuvo el 3,21 %, seguido de Oleg Gaidukévich, con el 2,02 %; Anna Kanopátskaya, con 1,86 %, y Alexandr Jizhniak, con el 1,74 %. Kanopátskaya, única en criticar públicamente la gestión de Lukashenko, afirmó que el modelo autoritario del mandatario está agotado.

UN DESHIELO CON ARMAS NUCLEARES

Lukashenko dejó claro que no le importa que Estados Unidos y Europa no reconozcan los resultados, pero afirmó estar dispuesto a normalizar relaciones con Occidente. Sin embargo, rechazó dialogar con la oposición, liberar presos políticos o permitir el regreso de exiliados sin sometimiento a la Fiscalía. El mandatario también anunció la llegada de misiles balísticos hipersónicos rusos Oréshnik como respuesta a los planes de EEUU de desplegar misiles de medio alcance en Europa. Subrayó que Bielorrusia no renunciará a las armas nucleares tácticas desplegadas por Rusia tras la guerra en Ucrania. "Nadie combate con un país que tiene paraguas nuclear", afirmó.

LUKASHENKO Y SU BÚSQUEDA DE UN HEREDERO

Aunque insistió en que no planea perpetuarse en el poder, Lukashenko declaró que evaluará a su sucesor tras finalizar este mandato. Rechazó la idea de que una mujer pueda liderar el país, afirmando categóricamente: “Una mujer no puede ser un dictador”. También negó que su hijo Kolia, de 20 años, sea su sucesor. “No soy eterno. Son ya 30 años. ¿Cuánto más puedo estar?”, reflexionó durante su extensa rueda de prensa de cuatro horas y media. Ante una pregunta directa a su hijo, Kolia respondió de manera lacónica: "No".

DEFENDIÓ SU PAPEL EN LA GUERRA DE UCRANIA

Al ser acusado de complicidad en la guerra en Ucrania, Lukashenko negó su participación activa. "Nunca quise esta guerra. Hice todo lo posible para frenarla (…) Yo solo ayudo a Rusia", afirmó. Además, dijo vislumbrar “una luz al final del túnel” para el conflicto en 2025, aunque reconoció que la resolución del mismo sigue estando "al 50 %".


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