El exconseller Carlos Delgado, absuelto en el caso Calanova
La Audiencia de Palma también ha eximido de responsabilidad a los otros cinco acusados y a la empresa concesionaria
Redacción | 16/01/2025
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La Audiencia Provincial de Palma ha absuelto al exconseller de Turismo Carlos Delgado, acusado de irregularidades en la adjudicación del puerto de Calanova en 2013, y a las otras cinco personas que estaban procesadas en la causa.
Según la sentencia, el tribunal considera que no existen suficientes pruebas como para condenar a los seis acusados por los delitos de prevaricación y de tráfico de influencias.
La Sección Primera de la Audiencia también ha eximido de responsabilidad penal a la empresa que resultó adjudicataria de la concesión, Port Olímpic, de la que entonces era administrador un supuesto amigo y socio de Delgado, el también absuelto Carlos Gelabert.
El fiscal anticorrupción Juan Carrau, la Abogacía de Baleares y las otras dos acusaciones personadas en el procedimiento sostuvieron que Gelabert se valió de su amistad con el exconseller para conseguir la adjudicación, entre otras irregularidades en el concurso.
Por estos hechos, el que fue responsable autonómico de Turismo entre 2011 y 2013 se enfrentaba, por parte de la Fiscalía, a una petición de un año y nueve meses de prisión y a una multa de 1,1 millones de euros. La Abogacía autonómica, en cambio, pedía para el exconseller y los otros cinco procesados dos años de prisión y una multa de 1,46 millones de euros.
Para Gelabert, el exsecretario general de Turismo Joaquín Legaza y los otros tres acusados -empresarios y abogados implicados en la adjudicación del puerto de Calanova- el Ministerio Público solicitaba un año y medio de cárcel y una multa de también 1,1 millones de euros.
FALTA DE PRUEBAS
En el fallo, conocido este jueves, el tribunal explica que la prueba practicada a lo largo del juicio -que se extendió durante cerca de dos semanas- no permite alcanzar la convicción de que los hechos se produjeron tal y como sostenían las acusaciones y, por lo tanto, debe prevalecer la presunción de inocencia.
Los jueces no han considerado acreditado que la amistad entre Delgado y Gelabert en el momento de los hechos fuera "destacable" ni que ésta, en caso de existir más allá del ámbito profesional -el segundo le llevaba un proceso de divorcio al primero-, tuviera la entidad suficiente como para justificar que la adjudicación del concurso recayera en Port Olímpic.
Por otra parte, el tribunal ha valorado que la conducta de Delgado y Legaza no encaja en el delito de tráfico de influencias y tampoco ha creído probado que existiera por su parte un "especial interés" en el pliego de las bases del concurso, por lo que tampoco se cumplen los elementos exigidos por la jurisprudencia para poder hablar de la comisión de un delito de prevaricación.
Al caer esta posibilidad, ha argumentado la Audiencia de Palma, también han debido absolver de los delito al resto de los procesados, a quienes se les atribuía el papel de inductores.
"No apreciamos en la conducta de Carlos Delgado ni de Joaquín Legaza la concurrencia de los elementos del delito de prevaricación administrativa exigidos por la jurisprudencia", apuntan los jueces. A partir de la valoración conjunta de la prueba, el Tribunal tampoco considera que la conducta de ambos acusados encaje en el delito de tráfico de influencias del artículo 428 que también se les imputaba.