Denuncian a Tirme ante la Fiscalía por riesgos laborales y medioambientales en la incineradora de Son Reus

El sindicato CCOO ha denunciado a Tirme ante la Fiscalía, el Consell de Mallorca y la Inspección de Trabajo por los riesgos personales y medioambientales que suponen las fugas de ceniza que se producen desde hace meses en la incineradora de Son Reus debido a la falta de mantenimiento.

Según ha explicado este lunes en una rueda de prensa el secretario general de la sección sindical de CCOO del Hábitat, Miguel Pardo, las denuncias fueron interpuestas antes de las pasadas navidades, pero por el momento no han recibido respuesta por parte de ninguno de los tres organismos. De seguir así, ha adelantado, se dirigirán tanto al Defensor del Pueblo como a la justicia europea.

Las fugas de ceniza, ha alertado el sindicato, se dan debido a deficiencias en el mantenimiento de la infraestructura --como la falta de planchas en el techo o en los laterales de la zona de las calderas--, lo que hace que en vez de quedarse en el propio sistema de incineración ésta salga al ambiente, con el consecuente riesgo medioambiental para los trabajadores y los vecinos.

En sus denuncias, CCOO ha aportado fotografías y vídeos tanto de las deficiencias en las instalaciones como de las propias fugas, que llevan a que las cenizas se acumulen tanto en el interior como en el exterior de las mismas, en vez de que, como está estipulado, se sometan a un proceso de tratamiento para evitar su impacto.

"Hemos pedido una inspección urgente de las instalaciones por miedo a lo que pueda pasar", ha dicho Pardo, quien ha tildado la situación de "terrorismo medioambiental" y ha exigido la dimisión tanto del presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, como del director general de Tirme, Antonio Pons.

Con Galmés, ha detallado, tenían una reunión concertada para el pasado viernes, que finalmente se ha pospuesto al próximo 3 de febrero, para abordar la problemática. "Nos vemos obligados a salir a la opinión pública, es muy grave, se está jugando con la salud de los trabajadores y de los vecinos", ha señalado.

REDUCCIÓN DE PERSONAL

La trabajadora de Tirme y representante sindical de CCOO Lourdes Lillo ha alertado que estas deficiencias están directamente relacionadas con la reducción del personal --concretamente en los departamentos de explotación y mantenimiento-- que se ha dado en la empresa desde el la firma del convenio de 2019. Según la sindicalista, mientras en 2008 había 312 empleados que trabajaban en dos hornos, ahora, con cuatro hornos, son cerca de 250.

"Al reducir el personal no damos abasto para solucionar los problemas, se van acumulando", ha alertado Lillo, quien ha lamentado que Tirme "prime la producción" por delante de la seguridad de sus trabajadores y del cuidado del medioambiente.

Esa "política de reducción de personal" en determinados departamentos de la empresa, que ya había sido objeto de denuncia ante la Inspección de Trabajo, imposibilita que se puedan realizar controles preventivos de las instalaciones, lo que ha llevado a los trabajadores a vivir "situaciones críticas", ha subrayado.

También implica, ha proseguido la representante sindical, que durante las noches y los fines de semana, la falta de efectivos imposibilitaría que se pudiera atender una situación de emergencia.

Lillo ha detallado algunos de los accidentes laborales que han ocurrido a lo largo de los últimos años en las plantas de tratamiento de residuos gestionadas por Tirme, el último el pasado mes de noviembre, que se saldó únicamente con daños materiales.

De seguir con estas deficiencias de seguridad, ha alertado, seguridad podría darse un accidente similar al ocurrido en una planta química de Tarragona en 2020, en la que murieron tres personas y otras 13 resultaron heridas. "Se concluyó que el accidente fue fruto de una política empresarial de aumento de producción y reducción de costes, justo lo que está sucediendo en Tirme. La situación es crítica", ha alertado.

Pese a ser testigos y sufrir estos problemas en el desempeño de sus funciones, ha concluido Pardo, muchos de los trabajadores de la incineradora les han expresado su miedo a denunciar los hechos por miedo a represalias.